
‘Kudry’ siempre eterna
Solo le faltaba un título para que su carrera deportiva hubiese sido sublime, y ese título, precisamente, es el más prestigioso al que un deportista puede optar: el de campeón olímpico. Yana Kudryavtseva, tras un año que seguramente desee borrar de su memoria, a sus 19 años pone el punto y final a su carrera como gimnasta.
La caída de maza más cara de la historia le arrebató el oro olímpico, pero deja un legado a la gimnasia que para nosotros, vale más que una medalla de color amarillo. Yana, siempre será, una gimnasta irrepetible.
Lamentablemente, su adiós de los tapices no ha sido una decisión propia tomada cuando ella ha deseado, sino que más bien ha sido algo forzado debido a su estado de salud. “La lesión de su pierna es irreparable, al menos para entrenar y competir al máximo nivel. Ya no le quedan fuerzas para soportar más operaciones”, declaró Irina Viner hace poco más de un mes. Lo que todos entendimos como una retirada, la gimnasta rusa desmintió señalando que ella seguía en activo y que sólo se había tomado unas vacaciones tras los Juegos Olímpicos. Sin embargo, ayer, la Federación Internacional de Gimnasia confirmaba lo que era un secreto a voces: Yana Kudryavtseva anunciaba su retirada.
Rápidamente ha hablado su entrenadora Elena Karpushenko, y ha señalado que Yana sólo tenía un objetivo: el de ser oro olímpico, pero para que ese momento pueda llegar hay que esperar cuatro años y las lesiones que lleva arrastrando desde tiempo atrás, no le permitirían mantener el nivel. Así que muy a su pesar, el “ángel de las alas de hierro”, cuelga sus punteras.
Pero quedémonos con todo lo bueno que Yana ha dado a la gimnasia. Desde que apareció por primera vez a nivel internacional, hizo ver que la hasta entonces diosa de la rítmica; Evgenia Kanaeva, tenía digna sucesora. Dejó al mundo boquiabierto en su primer Campeonato del Mundo, el celebrado en Kiev en 2013, cuando se proclamó con 15 años en la gimnasta más joven de la historia en ser campeona del mundo (superando así a Alina Kabaeva y Elena Karpuchina, que fueron campeonas en su día con 16 años). Y a partir de ese momento, medallas, medallas y más medallas. Si Yana no fallaba, no tenía rival.
Junto a sus tres títulos consecutivos como campeona del mundo (2013, 1014 y 2015), hay que sumar todas las medallas de campeonatos de Europa y Copas del Mundo. Yana batió además otro récord, el de ser la única gimnasta en no bajarse del pódium en una cita internacional oficial durante su carrera.
Una gimnasta que además de haber hecho historia, ha dejado una buena herencia de nuevos elementos en rítmica. Sobre su gran elasticidad y perfección corporal, primaba la técnica de aparato de Yana. Recogidas imposibles, elementos que sólo ella es capaz de hacer y movimientos que permanecerán eternos con su indiscutible seña de identidad, ¿o quién va a olvidar su pino-puente con rotaciones de la pelota sobre un dedo con el que conquistó al mundo entero? ¿O el bote de la maza por debajo del vuelo de una zancada?
Foto: Olivier Aubrais
Se despide de los tapices una gimnasta de apariencia delicada, pero de espíritu soberbio y competitivo. Se despide Yana Kudryavtseva, pero no su gimnasia, que para nosotros, es y será eterna.