
Dina Averina revalida su título de Campeona del Mundo en Sofía (Bulgaria)
Fotos: Fanny Cortyl, Enrico Della Valle y Oleg Naumov
Una final individual sin presencia española
Dina Averina (Rusia) repite oro en Bulgaria. La fórmula que han hecho suyas las hermanas Averinas con ejercicios que conllevan una sucesión de dificultades infinitas, a Dina, un año más, le ha funcionado. No transmite, ni expresa, ni en ocasiones va con la música pero su ejecución es impecable y sus ejercicios rozan lo imposible.
Linoy Ashram se postuló a firme candidata al pódium desde el principio, realizando una competición excepcional y brillando en sus cuatro aparatos. La elegancia, plasticidad y aparente facilidad de la israelí para hacer parecer fácil lo imposible le llevaron a ser subcampeona del mundo.
A Viner no le gusta Soldatova. Lo lleva demostrando todo el año, apartándola del equipo, criticándola, etc. Y en este campeonato en particular se ha cebado con ella y su entrenadora (Anna Shumilova). Siempre solas, casi apartadas de la gran piña que es el Equipo Ruso, e incluso ayer tras las finales de mazas y cinta (que Alexandra ganó), hizo unas declaraciones en las que aseguraba querer retirar de la competición a Soldatova si volvía a actuar como esa tarde. Su bronce seguro que le sabe a poco a la todopoderosa Irina y me aventuraría a avanzar que esta clasificación traerá consecuencias para la belleza rusa.
Vlada Nikolchenko, la gimnasta que llevaban buscando en Ucrania desde la retirada de Rizatdinova no tuvo un gran campeonato tras varios fallos que le llevaron a la cuarta posición. La ucraniana ha devuelto la ilusión a su país y a su entrenadora, Irina Derugina, que vuelve a soñar con pelear por los metales.
Galkina (Bielorrusia) finalizó el campeonato con un All Around que podía haber sido inmejorable si no lo hubiese empañado una caída de aparato y gimnasta en su último ejercicio con el aro. Tras la medalla de plata en la final de mazas y una clasificación con algunos problemas más de los previstos, la discípula de Leparskaya disfrutó e hizo disfrutar al público sobre el tapiz. Siempre sobria y elegante, Galkina se colocó en quinta posición.
Katrin Taseva (Bulgaria) ha sido la estrella local llamada a formar parte de la historia del campeonato (con el permiso y fallos de Vladinova), llegando incluso a rozar el pódium en alguna rotación. Finalmente se ha colocado en una meritoria sexta posición.
¿Qué decir de Italia? Solo hay que verlas. No sabemos qué ha hecho la Federación Italiana para cambiar su método de trabajo pero sea lo que sea está funcionando a la perfección. Sus dos gimnastas se superan cada campeonato. Milena Baldassarri perdió sus opciones tras una caída con mazas y otra en pelota, pero aún así la italiana, tras su medalla de plata en la final de cinta, ha demostrado estar a un nivel altísimo, habiendo podido luchar incluso por el pódium. Clasificada en séptima posición Milena demuestra cada campeonato el largo porvenir que tiene esta gimnasta y el grandísimo trabajo que está haciendo junto a su entrenadora, Julieta Cantaluppi.
Alexandra Agiurgiuculese es fuerza, garra y energía en pista. La gimnasta que protagonizó, junto con su entrenadora, Spela Dragas, al emocionarse tras ganar una medalla de bronce histórica para su país, termino en novena posición.
La sorpresa del campeonato, más allá del incidente de Arina Averina con su cinta en la clasificación (con nudo en la cinta y cinta de reemplazo rota en mitad del ejercicio), la dió la griega Kelaiditi, que ya desde Pésaro´17 pedía paso y atención al gran trabajo que ha hecho con ella la gran Marina Fateeva.
Salomé Pazhava sin embargo puso la nota negativa, y es que la georgiana no levanta cabeza desde que se lesionase en 2016. Ni siquiera “ese algo” que solo ella tiene y que le hace tan especial ha conseguido que hiciese un buen campeonato quedando en la vigesimoprimera posición.